El Mirador de los Abuelos, proyecto de responsabilidad social de Fundación Muzo (de Compañías Muzo Colombia) cumplió en el mes de julio siete años de labores. Este proyecto beneficia a más de 300 adultos mayores que reciben un almuerzo de calidad diariamente, contribuyendo de esa manera a la seguridad alimentaria de la región. María Luisa Durrance, Directora de la fundación, habla en esta entrevista con Aprecol.com, sobre los orígenes y naturaleza de la iniciativa, así como de sus principales logros y actividades complementarias.
¿Cómo nació el comedor comunitario El Mirador de los Abuelos?
El comedor nació el 5 de julio de 2015, como respuesta a las necesidades que nosotros, como Fundación Muzo, identificamos en las comunidades, las cuales estaban relacionadas con la alimentación y su vínculo con la salud de las personas de la tercera edad, que es un colectivo vulnerable de la zona minera de los municipios de Muzo y Quípama. Así, con El Mirador de los Abuelos buscábamos atenuar esta situación y brindar mejores condiciones de salud para esta población, brindándoles una alimentación diaria que fuera nutritiva y digna.
En ese entonces hicimos un diagnóstico e identificamos a la población que podría ser beneficiada. En esa fecha, el 5 de julio, invitamos a todos los que habíamos contactado. Al principio hubo un poco de resistencia de ir al comedor. La gente quería que se le diera dinero y mercados, pero nuestra visión era la de un proyecto que verdaderamente atendiera de forma real esta dificultad de alimentación en la región.
Así, el primer día fueron 60 personas. Ya para el final de año del 2015, teníamos 120, y desde ahí ha venido creciendo hasta los 320 aproximadamente con los que contamos hoy en día. La gente empezó a entender que era un proyecto muy bueno, donde se compartía, se recibía alimentación caliente y proteína, lo cual no iban a encontrar en un mercado, además podían participar en otras actividades.
¿Cuál es el principal propósito del comedor?
Sin lugar a dudas, el propósito más grande del comedor es brindar una solución para reducir el hambre en la zona y mejorar las condiciones de inseguridad alimentaria que vive esta población vulnerable del sector minero. Son en general personas que les ha tocado muy duro en la vida. Llegaron hace 30 o 40 años a la provincia con la ilusión de encontrar una esmeralda y se quedaron ahí, en un círculo de inseguridad alimentaria. Muchos, por no decir la mayoría, han perdido incluso el contacto con su familia.
Nosotros partimos de aquella expresión que dice que “somos lo que comemos”. En la medida en que podamos darles una alimentación que mejore su condición de vida, vamos a mejorar en sí su salud. De ese modo apuntamos además a contribuir a la consecución del segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible que es el de hambre cero.
En resumen, entonces, nuestro gran propósito es brindarle a esta población un bienestar integral, que incluya otro tipo de actividades, como la recreación y el deporte, y muchos otros espacios en torno a la alimentación.
¿Cómo opera puntualmente El Mirador de los Abuelos?
El comedor opera todos los días de la semana, incluidos domingos y festivos. Tiene servicio de 12 a 3 de la tarde. Los abuelos pueden asistir en cualquier momento de ese rango. Sabemos que algunos tienen a veces problemas de movilidad, entonces tenemos un equipo de meseros que les lleva directamente la alimentación a la mesa. El comedor es operado por la misma compañía que nos brinda la alimentación a las personas que trabajamos en la empresa.
Los menús son elaborados por una nutricionista, que tiene en cuenta la edad y las condiciones de este grupo poblacional para cubrir así las necesidades de estas personas con la alimentación adecuada.
Cada vez que un adulto mayor va a ingresar a conformar el grupo de beneficiarios, le hacemos una visita domiciliaria para conocer de primera mano sus condiciones y corroborar los requisitos, como la edad, el Sisbén y la zona en la que habita. Luego se le hace una encuesta de inseguridad alimentaria para ver en qué condiciones llegan al comedor, cuántas veces comen, qué comen, entre otros datos, y así hacerles un seguimiento adecuado a través del tiempo y ver cómo mejoran esas condiciones.
En la misma medida hacemos seguimientos nutricionales para mirar los casos puntuales de cada uno y ver cómo mejorar su condición general de salud. Ese tema es bien importante porque les hacemos un seguimiento puntual para poder evaluar los beneficios y el impacto que tiene este proyecto del comedor en la población.
¿Cuáles considera que son los principales logros de estos siete años de labores?
En estos siete años hemos entregado casi 400.000 almuerzos a la población que está vinculada al comedor. Ha sido un proyecto que tiene un impacto bastante grande, ya que en el sector minero hay mucha población adulta mayor. Pero lo más importante es darnos cuenta de que efectivamente esta iniciativa sí logra atenuar la problemática de inseguridad alimentaria en el territorio. Es satisfactorio ver cómo muchos de ellos han mejorado su salud y estado de ánimo.
Durante la pandemia fuimos también un soporte importante. El comedor se cerró para evitar posibles contagios. Entonces durante ese tiempo brindamos la entrega de mercados a esta población. Se los llevábamos directamente a sus comunidades, a sus casas, para atenuar las consecuencias que trajo la pandemia. Entregamos alrededor de 3.500 mercados en ese tiempo.
¿Cuáles son las actividades complementarias del comedor y los proyectos productivos que han surgido?
El Mirador de los Abuelos es un proyecto integral, que no solo busca brindar una solución de alimentación, sino que también busca ofrecer otras actividades complementarias, con el fin de que los adultos mayores beneficiarios se sientan valorados y pueden aportar a la sociedad. Así, hemos desarrollado clases de baile y manualidades, actividades deportivas y de recreación, así como celebraciones de fechas especiales y brigadas de salud, y el tema de seguimiento nutricional constante.
Asimismo, hemos desarrollado varios proyectos productivos importantes, en los que involucramos a los adultos mayores. De ahí surge la idea de La Granja del Abuelo, de donde se desprenden proyectos de piscicultura, lombricultivo y de manejo de huertas. Este año iniciamos con un proyecto de aguacate. En todas estas iniciativas participan adultos mayores del comedor que han demostrado que son capaces de llevarlas a cabo, y a su vez reciben un ingreso económico que aporta a mejorar sus condiciones de vida.
¿Cuál es la visión hacia futuro de El Mirador de los Abuelos?
Queremos seguir creciendo y vincular más adultos mayores al programa. Por eso es tan importante para nosotros el seguimiento que hacemos de los beneficiarios actuales, así podemos asegurarnos de que el objetivo de atender de manera integral a esta población vulnerable se está cumpliendo, y con ello extender nuestro impacto a cada vez más adultos mayores. También queremos seguir fortaleciendo las actividades complementarias y continuar aportando a procesos de aprendizaje de proyectos productivos. Asimismo, estamos siempre mejorando las instalaciones, para que el ambiente en que se reciben a los adultos mayores sea cada vez más cómodo y agradable.
Fotos: Fundación Muzo