Colombia es el tercer productor más grande de cacao en el mundo de acuerdo a la Organización Mundial de Comida y Agricultura de Las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés). Según las cifras de la misma organización, el mercado chocolatero mundial está avaluado en más de 105 billones de dólares y la producción del cacao, el principal ingrediente de esta golosina, se ha configurado como uno de los productos más prometedores del sector agrícola durante la última década, logrando un incremento global del 2,2% anual durante los últimos 20 años. Latinoamérica, principalmente los países ubicados en las regiones ecuatoriales, representa un porcentaje significativo dentro de la producción de este grano, junto con África, el principal productor en el mundo, y nuestro país, gracias a su clima tropical y semiselvático, se ha destacado por la calidad de los granos.
Durante el 2020, la economía mundial sufrió el fuerte impacto de la pandemia causada por el Covid-19 y la industria colombiana no fue la excepción. Sin embargo, el sector cacaotero colombiano vivió uno de sus mejores momentos en cuanto a las cifras de producción y exportación de cacao. Según las datos oficiales de la Federación Nacional de Cacao, FEDECACAO, la producción del grano durante el primer semestre del año aumentó un 9% en comparación con las estadísticas del 2019, y en cuanto a las exportaciones, más de 6.200 toneladas fueron exportadas durante el mismo periodo, lo que representa un incremento del 46%.
“Este ha sido un buen año para la cacaocultura”, manifestó Ana María Camargo, jefe de proyectos de Furatena Cacao, empresa dedicada a comercialización de cacao del occidente de Boyacá y de algunos de los proyectos de responsabilidad social del grupo empresarial de Las Compañías Muzo Colombia, un holding colombiano de extracción y producción de esmeraldas en la misma región del país.
Furatena Cacao es una empresa originaria de los proyectos de Responsabilidad Social Empresarial de la entonces conocida como Minería Texas Colombia, MTC, hoy Esmeraldas Mining Services, EMS, una compañía dedicada a la extracción de esmeraldas en los municipios de Muzo y Quípama, en el departamento de Boyacá. Desde su constitución en el 2015, se han encargado de la comercialización y exportación de cacao, esta última realizándola con un aliado estratégico denominado MyR Trading, al igual que de brindar asistencia técnica agropecuaria a los cacaocultores de toda la provincia del occidente boyacense, siendo una de las principales organizaciones comerciales de este producto en la región.
A lo largo del 2020 y durante la crisis económica generada por la pandemia, la compañía logró adaptarse a las nuevas condiciones del mercado y, comprometida con el sentido social que le dio origen, continuó con la comercialización de cacao en el occidente de Boyacá y superó, incluso, las cifras que al inicio del año tenían proyectadas. “En el 2020 logramos comprar más de 400.000 kilos de cacao a los productores de la región que equivalen a más de $3.500.000.000 de pesos y beneficiaron a más de 1.000 familias que viven del cultivo de cacao; además, hemos podido exportar cerca de 300.000 kilos de cacao colombiano a los principales mercados en Europa y todo el mundo”, expresa Camargo, quien además agregó que la empresa fue la única compañía del departamento que continuó con sus operaciones durante la cuarentena nacional con aras del favorecimiento a la economía de la región.
“Reinventarse”, los nuevos retos para la asistencia técnica
El compromiso social de Furatena Cacao es uno de los principales pilares de su operación, razón por la cual desarrollan programas de asistencia y acompañamiento a los productores de cacao del occidente de Boyacá, una región que, desde las épocas coloniales, centra su actividad económica en la minería de esmeraldas. “Desde la gerencia social de MTC, identificamos que esta zona tiene un potencial enorme para la producción de cacao”, dice Charles Burgess, presidente y fundador de Las Compañías Muzo Colombia. “Desde que iniciamos operaciones en el país, hemos querido ayudar a las personas de la región a encontrar nuevas alternativas de diversificación económica y dejen de depender de la minería como principal fuente de ingresos”, agregó el ex diplomático estadounidense. Sin embargo, frente a las nuevas medidas de prevención y protección contra el Covid-19, muchos de estos proyectos tuvieron que “reinventarse” para continuar con su ejecución.
Luego de un acuerdo de colaboración y patrocinio con la ONG, Socodevi, de la Embajada de Canadá, Furatena Cacao se alió para ejecutar en la región el programa de Agroemprende Cacao, con el que desarrollan proyectos de asistencia técnica y asesoramiento agropecuario a las fincas de las asociaciones cacaoteras de la región enmarcados en 5 componentes estratégicos. Dentro de estos proyectos y adaptándose a la llamada “nueva normalidad”, iniciaron el programa radial Voces del cacao, un programa de transmisión semanal en el que enseñan a los agricultores a mejorar la productividad y calidad de sus cultivos. “Hemos transmitido 32 programas en las principales emisoras de la provincia de occidente, lo que nos ha permitido continuar con el apoyo a más de cien familias productoras, además, produjimos cerca de 20 cápsulas informativas de difusión en redes sociales, que enviamos a través de grupos de Whatsapp creados para mantener el contacto y la asistencia con las asociaciones”, agregó la jefe de proyectos de la compañía.
Adicional a esto, dentro de sus proyectos de mejoramiento productivo lograron realizar 47 visitas a fincas de los municipios de Muzo, Quípama, San Pablo de Borbur, Otanche, Maripí, entre otros, y recolectar 24 muestras del suelo para evaluaciones de laboratorio que ayudarán al mejoramiento de la calidad del producto. “Hemos apoyado las intervenciones de las parcelas en labores como poda, eliminación de sombrío y despatronaje, principalmente en veredas de Muzo donde encontramos clones de cacao que poco se conocen en la región y la idea es poder multiplicarlo en varias fincas de la zona”, concluyó Ana María Camargo.