Entrevista

En el mundo prefieren las esmeraldas colombianas

By abril 29, 2019 No Comments

Desde 1996, Thomas Hainschwang ha estado involucrado de forma activa en la investigación gemológica, y está altamente especializado en diamantes, en pruebas de espectroscopía y perlas. Cuenta además con ámplia experiencia en todos los campos de pruebas e investigación de gemas, como las esmeraldas. Es además fundador de GGTL Laboratories, en Liechtenstein, dedicada a la investigación científica en el campo de los diamantes, piedras de colores y perlas.

Este experto, que cuenta con un doctorado en física de la Universidad de Nantes y que recibió el Premio a la Excelencia Gemológica de la Swiss Gemmological Society en 2017, fue uno de los invitados principales al CDTEC´s Emerald Summit, que se llevó a cabo a mediados de abril, donde brindó una ilustrativa conferencia sobre la huella espectral de la esmeralda.

En una corta conversación con Aprecol.com, Thomas Hainshwang habló sobre lo que hace especiales a las esmeraldas colombianas y le dio un consejo a los productores para ampliar su mercado.

Desde su experiencia, ¿qué hace especiales a las esmeraldas colombianas?

La principal diferencia entre la mayoría de esmeraldas de Colombia con respecto a las de otros países es su contenido bajo en hierro, lo cual les otorga su color excepcional. El hierro en altas proporciones les da a las esmeraldas un aspecto más amarilloso o demasiado azulado. Hay pocos países productores de esmeraldas con piedras tan ricas en cromo y vanadio, que al mismo tiempo sean pobres en hierro.

¿Qué tan apreciada está siendo la esmeralda colombiana en el mundo y cómo esto está beneficiando comercialmente al país?

No es difícil identificar el origen de una piedra colombiana. No es tan complicado como en otros orígenes. No obstante, es necesario que las piedras estén acompañadas de un certificado de laboratorio. A veces, cuando se exportan esmeraldas en grandes cantidades se pierde el origen.

El hecho de que una esmeralda sea colombiana ya es beneficioso comercialmente para el país. Por mucho tiempo el  comercio internacional ha apreciado la esmeralda colombiana, a pesar incluso de que en los años 80 y principios de los 90 el mercado bajó bastante por el uso de la resina artificial en el tratamiento de las piedras. Pero de lo que soy testigo, por lo menos en lo que respecta al continente europeo, la gente quiere y prefiere las esmeraldas colombianas.

¿Algún consejo que quiera darles a los productores colombianos para que la esmeralda llegue a otros mercados y sea cada vez más competitiva?

Trabajar en mejorar la calidad en la talla y corte de las piedras; no solo tener en cuenta el porcentaje del peso en bruto cortado. Asimismo intentar producir piedras con menos tratamiento, limitarse a una sustancia natural y no recurrir a la resina, que es lo que la gente no quiere en muchos mercados. En otras palabras, hay que aprovechar al máximo la belleza de las esmeraldas colombianas y, con ello, vender por más valor.