El Occidente de Boyacá abre un nuevo capítulo testigo de la transformación liderada por Compañías Muzo, generando esperanza, prosperidad y paz con la naturaleza. En una región donde, hace años, la minería a cielo abierto destruyó la capa vegetal y ocasionó la pérdida de fauna y de recursos hídricos, hoy reverdece una historia enfocada en la recuperación y conservación de la biodiversidad.
Desde el inicio de su operación, Compañías Muzo se ha encargado de resignificar, a través de esmeraldas excepcionales, un proceso sostenible que lleva riqueza a su región y se preocupa por minimizar los impactos sobre la flora y fauna, redefiniendo el legado minero de la mano de una relación respetuosa con los recursos naturales.
En la actualidad, la recuperación de la biodiversidad es una preocupación importante para la industria minera, pues muchos ecosistemas donde se llevan a cabo sus actividades son sensibles a cambios o afectaciones humanas, que comprometen el medio ambiente e incluso su propia sostenibilidad. En esta medida, Compañías Muzo reconoce que para generar esperanza, paz y prosperidad es necesario cuidar el recurso hídrico y la biodiversidad de su zona de operaciones. Con este panorama, las esmeraldas se convierten en el eje articulador entre progreso y medio ambiente.
Es así como, comprometidos con el restablecimiento de los ecosistemas locales, Compañías Muzo ha implementado iniciativas innovadoras para minimizar su huella ecológica. Muestra de ello es que desde hace diez años se viene implementando el programa de reforestación «Vivero Forestal» para recuperar áreas degradadas antiguamente por la minería a cielo abierto, obteniendo la certificación en “Buenas Prácticas Agrícolas del ICA” y convirtiéndose en una de las primeras empresas privadas en obtener este certificado para viveros con vocación forestal; es decir, las especies sembradas allí no tienen un destino de consumo en otros procesos productivos sino de conservación. En este vivero han logrado germinar más de 35.000 individuos valiosos como abarco de río, caoba, cámbulo, cedro rosado, caracolí y ceiba tolúa, trabajando articuladamente con Corpoboyacá, el Instituto Colombiano Agropecuario, El Semillero, alcaldías locales e instituciones educativas del sector.
El cambio climático demanda acciones contundentes y el sector minero no es indiferente. En el mismo sentido, entendiendo que el recurso hídrico es de vital importancia tanto para su operación como para la población de su área de influencia, Compañías Muzo adquirió y aisló 50 hectáreas de terrenos para proteger zonas de recarga hídrica y conectividad del paisaje, siendo la única compañía de explotación de esmeraldas con un programa de este tipo. Desde 2018, conformó también el Grupo de Rescate de Fauna, con apoyo del Serpentario Nacional, logrando la reubicación de más de 340 individuos entre anfibios, aves, mamíferos y reptiles. Además, desde 2014 viene realizando estudios de ecosistemas y especies sensibles para los procesos de rehabilitación ecológica en el sector minero.
“Estamos convencidos de que el verde Muzo se ha convertido en un símbolo del compromiso de nuestras Compañías con la economía, el medio ambiente y la región. Han sido años de trabajo para recuperar nuestra biodiversidad, promover la conservación del entorno natural y proteger nuestras fuentes hídricas, demostrando que la minería se puede hacer de forma responsable y cuidando el medio ambiente”, indicó Camilo Acero, Vicepresidente de Asuntos Corporativos de Compañías Muzo Colombia.
Fuente: Compañías Muzo Colombia
Fotos: Compañías Muzo Colombia